domingo, 9 de abril de 2017

El mundo en viñetas. Cómics inolvidables: Arham Asylum

Hace muy poco que empecé a leer comics, si lo comparo con el tiempo que llevo leyendo literatura. Pasó sin darme cuenta: en el vértice de perder un poco la fe en el cine y en los relatos que contaban y una mala racha de novelas. Entonces me encontré con personajes delimitados de manera apasionante y con entornos mucho más profundos y filosóficos del que creía posible desde el prejuicio y snobismo lector de antes. 

Les dejo, entonces, una sección para hablar de estas historias de viñetas y para que no pase tanto tiempo como perdí yo en sumergirte en ellas.

El primer error que cometí fue elegir por personaje: no. En el comic como en la literatura, se elige por autor y por dibujante (alguno más entrenado que yo hasta puede hablarte de tintas). Debajo, una rareza entre lo que leí yo de Batman y uno de mis favoritos.


Arkham Asylum, de la mano de Gran Morrison, ya inicia con una cita de Alicia en el País de las Maravillas para contarnos que el asilo de Ciudad Gótica ha sido tomado por los delincuentes y dicen que van a soltar a todos los rehenes si es que Batman accede a pasar una noche encerrado ahí. Así es como enfrenta a Batman con el verdadero miedo que tiene: ¿Estará loco? 

La acción se lleva a cabo el Día de los Santos Inocentes en Estados Unidos, que es el 1 de Abril. Es el día en el que Batman será el inocente, porque él es un símbolo, y como tal no tiene miedo. Pero el hombre detrás de la cámara sí que lo tiene.


Gran Morrison explica que hizo el proceso de la escritura automática, pasándose noches enteras sin dormir, para poder entrar en la lógica del delirio. Así es como los tiempos se confunden en la historia y por momentos pasamos de la mente del fundador del manicomio hasta Batman autoflagelándose, sin escalas. 

McKean da un ambiente muy descarnado a esta historia donde los dibujos no tienen marcos delimitados, sino que son manchas de color, desquiciadas, borrosas. Las viñetas no tienen una cuadrícula perfecta y por momentos se conectan entre ellas creando una idea de collage. El resultado final es tremendamente poderoso.


La concepción del héroe también cambia porque se respira un Batman menos seguro y confiado y se describe al Joker como un ser sin identidad, que va mutando según lo que necesite para sobrevivir. Es que una persona que muta, es como un virus al que nunca se puede debilitar. Cada vez nuestro villano es más fuerte y cada vez nuestro héroe corre más el riesgo de no poder salir. 

¿Por qué es de mis favoritos? Porque me gusta ver este costado de Batman en donde él también se enfrenta a la violencia de esa Ciudad Gótica del que es parte y juez. La estructura es simple y poderosa, y las viñetas son soberbias. 


De todas maneras, vale remarcar que la unión del delirio entre las dos líneas de tiempos es un poco forzada. No es perfecta. Es cruel, descarnada y delirante… o a lo mejor es porque por momentos yo también me sentí adentro.

¿Qué piensan de esta historia? ¿Qué otras recomendarían de Morrison?

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